Samsung no tiene descanso. A estas alturas, el trabajo y la planificación podrían no ser todo en lo que Samsung puede invertir su tiempo. Si Samsung cree, Fe, métodos alternativos de convocar suerte o seminarios de magia negra podrían contribuir a alejar los eventos desafortunados que gravitan en torno a su marca. O quizá ni con eso.
En el inconsciente colectivo, "Samsung" y "fuego" van de la mano. Una tienda exclusiva de productos Samsung en Singapur se incendió. Afortunadamente, los aspersores ubicados en los techos reaccionaron inmediatamente y no hubo mayores pérdidas ni personas heridas. Y aunque no podemos contar con daños significativos en términos materiales, la reputación de Samsung vuelve a resentirse de viejas heridas.
La catástrofe del Samsung Galaxy Note 7 signó a Samsung de por vida. El evento se resiente una y otra vez con cada accidente que tangencialmente roza a Samsung con fuego. El mes pasado hubo un incendio en una fábrica y ahora en una de sus tiendas. ¿Las causas del incendio? Aún son desconocidas, pero resulta casi imposible no comenzar a especular con el involucramiento de baterías defectuosas en dispositivos enchufados.
Mientras los peritos labran actas y determinan las causas exactas de incendio, el suspenso vuelve a circundar agónicamente alrededor de Samsung. De saberse que las baterías están de nuevo en tela de juicio, podría ser un golpe de knock-out para el Coloso Coreano.
Samsung, por su parte, estará cruzando los dedos y chequeando todo por décima o undécima vez para que estos accidentes no ocurran por ninguna razón con su necesitado y esperado Samsung Galaxy S8. Seguramente, Samsung espera que este smartphone sea no solo su Mesías de ventas, sino también aquel que expulse los signos del mal clima que los persigue desde hace meses.
Fuente: CNA
