Incluso para los fabricantes internacionales existen mercados reducidos, más selectivos que concentran una porción protagónica, más importante de sus ventas. Sucede con algunos fabricantes chinos que lógicamente apuntan a conquistar su país de origen, pero también reconocen la importancia de conquistar la India, sucede con Apple ponderando las ventas en EEUU y sucede con Samsung y su Corea del Sur natal.
Afortunadamente para Samsung, reciente reporten notifican que el último smartphone insignia del Coloso Coreano ha alcanzado 1,3 millones de ejemplares vendidos entre el 21 de abril y el 26 de junio. Solamente el Samsung Galaxy S8 ya había vendido 1 millón de copias en sus primeros 37 días en Corea del Sur, rompiendo no solo récords locales sino de la propia Samsung superando al Galaxy S7 y al Galaxy S6.
Las ventas de este dispositivo lógicamente inciden en la valuación de la compañía en su conjunto, que ha aumentado su cotización en una importante cantidad de millones hasta alcanzar la suma actual de US$2123 millones. Pero a Samsung parece no quedarle mucho tiempo de extracción, pues el Samsung Galaxy S8 y su mellizo el Galaxy S8+ parecen estar entrando en un período de estancamiento de ventas.
El estancamiento estaría motivado por la llegada inminente del iPhone 8 y del próximo lanzamiento de la mismísima Samsung, del cual se espera que asegure todo lo propuesto por el S8 y el S8+ y redoble la apuesta generosamente al menos en el departamento de cámaras posteriores.
Pero mientras Samsung espera a que el Samsung Galaxy Note 8 sea una realidad, el Samsung Galaxy S8 y el Samsung Galaxy S8+ podrían estar recibiendo un incentivo para mantener firmes las escalofriantes cifras de entre 11000 y 12000 nuevos compradores todos los días. Estos dos smartphones tienen planes de recibir nuevas variantes con diferentes colores: azul coral y rosa dorado. De momento, estos colores no son más que rumores, pero el plan no suena impropio de Samsung, desacertado de acuerdo a lo que la competencia realiza para reavivar "viejos" modelos, ni tampoco incoherente con el presente del smartphone.
El Samsung Galaxy S8 y el Samsung Galaxy S8+ ya habían incurrido en otras costas cromáticas además de las mandatorias y aburridas "negro" y "gris". Además, estos smartphones supieron lucir el dorado y el celeste. Sin embargo, Taiwán se prepara para recibir un renovado y atrevido color rosa chicle volcado sobre el Galaxy S8 y el Galaxy S8+.
Claro que los planes de mantener la llama de ventas del Samsung Galaxy S8 y del Galaxy S8+ tendrán que coordinarse con los planes de venta de otros dos smartphones: en particular, del Samsung Galaxy Note FE (el reciclado Galaxy Note 7) con planes de llegar al mercado surcoreano durante el mes de julio y del Samsung Galaxy Note 8 con planes de anunciarse y lanzarse internacionalmente durante el mes de agosto.
Fuente: The Investor
Vía: Sammobile
