Huawei no tuvo el éxito que esperaba en Estados Unidos. La tierra del Tío Sam es el mercado más competitivo y prominente del mundo, pero siendo China una potencia en perpetuo crecimiento con caudales y caudales de manufactura, y habiéndose acostumbrado Huawei a conquistar tan rotundamente esa difícil proeza, se puede decir que las expectativas de Huawei en Estados Unidos no eran nada humildes.
Huawei, a su vez, ha dejado en claro las implicancias de haberse sumergido en un mercado sin haber evaluado antes el grado de competitividad y ganancia relativa, pero aún así quiere volver a empezar y plantear metas más claras, trabajar con mejor información, pero también sin arriesgar tanto. Por eso, mejor primero comenzar por garantizarle el Sueño Americano a Honor.
Honor ya estuvo haciendo los deberes en Europa para cortarse la más grande porción. Y aunque todavía no podemos hablar de los resultados de sus políticas, se ha embarcado con compromiso y esperanza para hacer quedar bien a su padre Huawei. Pero el plan a llevar a cabo en Estados Unidos es uno completamente distinto.
Honor inaugurará el programa Honor Beta para que algunos pocos y muy afortunados usuarios puedan probar software y hardware antes de que sea lanzado con la seductora y responsable condición de que se evalúe y critique constructivamente el producto que se otorgue para probar.
Un grupo de Facebook ya fue abierto para que los interesados en suscribirse a este programa sigan las bases y condiciones para aplicar. Luego de eso, una selección discriminará a los idóneos de los no tan dotados y el contrato de compromiso se habrá sellado. Claro que no siempre gozarán el placer de evaluar todo lo que esté en tratativas, sino que a veces verán sus manos llenas de promesas y otras tendrán que esperar mientras les toca el turno a otros.
El programa Honor Beta, lamentablemente, es por el momento un plan exclusivo para Estados Unidos, presumiblemente con la intención de crecer allí mismo. Es importante que Huawei comience a entender la mentalidad consumidora de los ciudadanos de Trump.
