Cuando uno compra un smartphone tiene siempre la opción de adquirirlo más barato bajo contrato con una prestadora de servicios de telecomunicaciones o comprarlo liberado de toda atadura, aunque más caro. Comprar un equipo liberado tiene la ventaja de poder cambiar de compañía acorde al plan que al usuario le convenga según la eventualidad. También sucede que las actualizaciones de seguridad suelen estar disponibles antes para los equipos liberados que para los comprados bajo contrato.
Esa realidad, no obstante, ha cambiado en los últimos meses para Samsung. Si se toma por caso el de los mejores equipos disponibles hoy día bajo la mentoría de Samsung, el Samsung Galaxy S7 y el Samsung Galaxy S7 Edge, estos recibieron una actualización de seguridad por última vez en diciembre del 2016. Las prestadoras de servicios han actualizado sus equipos periódicamente y hasta incluso han sabido proveer Android 7.0 Nougat a sus vasallos.
En respuesta a esto, Samsung ha comunicado que problemas en el pasado le habían impedido mantenerse a la par con las actualizaciones para los equipos desbloqueados, pero que a partir de este mes, pronto, las actualizaciones de seguridad estarán saliendo mensualmente y que los dueños de smartphones liberados de Samsung no tendrán que preocuparse por las actualizaciones de seguridad que no han salido en estos meses, pues estarán todas disponibles a partir del siguiente parche que saldrá antes de que finalice el mes.
Sin embargo, Samsung no atiende puntualmente a la necesidad de los dueños de smartphones de Samsung liberados de obtener un sistema operativo también actualizado. Esperemos que Samsung se ponga al corriente también en esa materia porque no puede continuarse permitiendo estar tan por detrás de las compañías prestadoras de servicios. De continuar sin solucionarse este inconveniente, es posible que quienes opten por comprar el próximo Samsung Galaxy S8, prefieran darle algo de dinero extra a las prestadoras de servicios en lugar de a Samsung.
Vía: SamMobile
