iPhone 8 tendría sensor de detección facial 3D y un chip dedicado a RV
Con el inicio de julio comienza el segundo semestre, la mitad que discurre inevitablemente hacia el final del año. E inaugurando esta etapa del 2017, julio también es el mes de partida hacia la meta del mundo de los smartphones: el nuevo iPhone de Apple. Esta entrada celebraría el décimo aniversario del smartphone más influyente de toda la industria con un diseño renovado, quizá el más revolucionario desde su concepción original.
Tanto es así que montones de sensores y vínculos a la realidad virtual y realidad aumentada se hacen día a día con la intención de adivinar qué está planeando Apple para su iPhone 8. De momento, fuentes que pidieron conservar su anonimato, se contactaron con Bloomberg para hacerles saber que Apple estaba trabajando en un sensor de detección facial con reconocimiento de profundidades y en un chip dedicado exclusivamente a administrar realidad virtual.
Una de las features más importantes en la nueva era de la tecnología son los sensores biométricos, su tiempo de respuesta y la seguridad que estos proveen. Las compañías no solo buscan innovar para proveer mejores y más seguros servicios en estos casos, sino que también se ven forzados a mantener un grado de novedad que funcione de atractivo suficiente para elegir sus smartphones por sobre los de su competencia.
Forzado por esta necesidad es que quizá Samsung no pudo resolver un sensor biométrico de reconocimiento de iris que tuviera profundidad 3D o algún tipo de solución de software que le impidiera ser fácilmente embaucado por una foto impresa de alto contraste. Pero Apple parece estarse tomando este paso con calma.
En los laboratorios de Apple no solo estarían incorporando el reconocimiento de iris a sus nuevos smartphones, sino que también están intentando integrarlo a un reconocimiento facial completo que incluso pueda ejecutarse desde un smartphone en posición de reposo sobre una superficie plana. En adición, Apple estaría incorporando a estos sensores biométricos la capacidad de reconocer profundidad, haciéndolos menos vulnerables a ser eludidos por fotografías o tretas de igual índole.
Ya en un estado mucho más primario de desarrollo pero que podría ser algo que estemos viendo en otros dispositivos de Apple el año entrante, en la ciudad de Cupertino, California, parecen estar trabajando con prototipos con dos procesadores: el procesador corriente que esperaríamos en un smartphone y otro enteramente dedicado a administrar tareas de reconocimiento biométrico y tareas de realidad virtual o aumentada. Una pena que esto segundo sea muy poco probable que alcance a ser incluido en el iPhone 8.