Luego de la compra por parte de Google, Motorola enfrenta una reestructuración que recortará 4.000 puestos de trabajo, que reducirá sus empleados de cerca de 20.000 a menos de 16.000, según reporta The New York Times.
Los recortes obedecen a la necesidad de combatir los problemas financieros de la ahora subsidiaria de Google, y para ello también abandonará mercados poco rentables y sus esfuerzos en Asia, cerrando un tercio de sus instalaciones mundiales, concentrando la investigación y desarrollo en sus centros de Chicago, Sunnyvale y Beijing. Además, Motorola planea dejar de fabricar feature phones - aquellos teléfonos celulares básicos - para concentrarse en "dispositivos más innovadores y rentables", lo que significa que pondrá más esfuerzos en desarrollar equipos que puedan competir con Samsung y Apple.
Motorola ha estado perdiendo dinero en 14 de los últimos 16 trimestres, y las medidas intentarán devolver a la empresa al campo de la rentabilidad en los próximos períodos.
