El 26 de febrero Samsung fue una de las primeras compañías en exhibir el arduo trabajo de meses. Y a pesar de las mejores intenciones de Samsung por llevar a cabo un evento que restituya la confianza de los usuarios en la seriedad y compromiso de la empresa, la presentación pronto se vio interrumpida por activistas de Greenpeace acusando el mal manejo de los modelos obsoletos del Samsung Galaxy Note 7 por parte de la compañía coreana. Pareciera ser que Samsung no tiene paz con este escándalo y es difícil imaginar cuándo cesará la tormenta. De seguro no culminará mientras no resuelvan qué hacer con las 4,3 millones de copias del Samsung Galaxy Note 7 que esperan ansiosas un destino ecológico.
La primera interrupción sucedió cuando activistas desplegaron pancartas en las afueras del salón de presentaciones denunciando la falta de compromiso por parte de Samsung para resolver un plan de acción para reciclar las unidades obsoletas con la leyenda: Rethink. Reuse. Recycle. It's simple #GalaxyNote7. Luego quisieron desplegar un mensaje más complejo integrado por múltiples pancartas y banners, pero el staff de seguridad del evento impidió que la presentación de Greenpeace se completara.
No obstante, la inquina persistiría, pues un activista entró a la sala de la presentación paseando con un cartel que rezaba la misma leyenda antes mencionada. El protestante inquirió al presentador y el presentador respondió admitiendo que ya habían conseguido exponer su punto. Poco tiempo después, la presentación continuó sin mayores percances, pero el daño ya estaba hecho. El resto de la labor queda a merced de Samsung. Si quiere despojarse por fin de esta desgracia y su estela de desastre y culpa, tendrá que proceder pronto y también con conciencia verde.
Vía: 9to5Google
