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El Google Pixel 4 XL es un gran fotógrafo pero uno con problemas estructurales

Una de las más importantes y al mismo tiempo más subestimadas modificaciones que recibieron los flagships de Google en su cuarta iteración fue cambiar su carcasa dorsal de policarbonato por una de metal recubierta por vidrio. Sin embargo, gracias al canal JerryRigEverything, nos enteramos de que el Google Pixel 4 XL tiene problemas estructurales de todas formas.

La carcasa de policarbonato de los Pixel 3 y Pixel 3 XL eran la principal razón por la cual era absurdo considerar a teléfonos de Google como competidores de otros smartphones de la más alta jerarquía. Estos se parten a penas los doblamos. Pues bien, los materiales usados para fabricar al Pixel 4 XL cambiaron, pero este heredó las afecciones de su ascendencia.

Resultado de las pruebas de Fuerza, Filo y Fuego en el Google Pixel 4 XL

El canal de YouTube llamado JerryRigEverything se encarga de analizar la durabilidad de los principales smartphones del mercado exponiéndolos a pruebas ridículamente intensas. Esto no hace mucho por reflejar daños potencialmente comunes en los flagships que pasan por sus manos, pero sí expone hasta el más mínimo detalle de sus diseños.

El vidrio Corning Gorilla Glass 5 que protege el frente y el dorso del Pixel 4 XL requiere de elementos de dureza 6 en la escala de Mohs para reflejar los primeros daños, mientras que elementos de dureza 7 ya dejarán marcas indelebles. Hasta aquí, el Google Pixel 4 XL está exactamente a la par de la mayoría de smartphones contra los que compite.

Incluso logra superarlos al contar con un coeficiente a las resistencias de polvo y agua IP68; una característica muy popular en los celulares premium de 2017 y 2018 y que Google trajo a sus Pixel 4 y Pixel 4 XL en 2019. Pero desde aquí las cosas comienzan a ir mal para el Google Pixel 4 XL en su paso por las pruebas de Fuerza, Filo y Fuego.

Para comenzar, la gruesa capa de pintura negra que se utiliza para recubrir la banda metálica que une las dos caras del Pixel 4 XL puede saltarse con golpes, caídas o rayaduras. Pero eso se puede arreglar con una carcasa protectora, así que no es demasiado problema.

En donde Google ha fallado realmente al ensamblar el Google Pixel 4 XL es en al ubicación de sus bandas magnéticas. Estas, protegidas por la gruesa capa de pintura, pueden verse si rayamos en el lugar indicado. Y sabremos exactamente en dónde están estas bandas magnéticas si probamos doblar el smartphone, aplicando la fuerza en los extremos y hacia el frente.

Si doblamos el Google Pixel 4 XL desde detrás y hacia la pantalla este se romperá al instante. Resulta ser que las bandas magnéticas son el punto de inflexión del smartphone y al aplicar fuerza sobre ellas, desde la espalda hacia el frente, las bandas se parten de inmediato.

Resulta ser que las bandas magnéticas interrumpen la homogeneidad de la banda metálica lateral. Podemos afirmar entonces que el Google Pixel 4 XL tiene problemas estructurales y que no hay actualización de software que Google pueda lanzar para rectificar algo que, a estas alturas, parece ser endémico de los flagships de este fabricante: su fragilidad.