La venta de smartphones cae cerca de un 50% en EE.UU. por culpa del COVID-19
No es ninguna novedad que la cuarentena internacional está ocasionando un lento pero seguro desplome en muchas industrias. Pero quizá sea la de Estados Unidos, una economía tan grande y activa, la que mayores signos de preocupación reporta. Por ejemplo, al cierre del 16 de abril, se dio a conocer que la venta de smartphones cae un 50% en Estados Unidos.
Específicamente, estamos hablando de una caída mes a mes del 48%. Una caída que pudo reportarse comparando la evolución de este sector del mercado entre el 16 de marzo y el 16 de abril. Y la consultora involucrada y quien arrojó los datos es nada más ni nada menos que CounterPoint Research, una de las más respetadas.
La industria de smartphones continuará cayendo mientras siga la cuarentena
La crisis del COVID-19 parece estar impactando especialmente a la industria de smartphones que depende, en gran medida, precisamente de la constante interacción entre plantas y fábricas ubicadas en diferentes regiones. Y no solo eso, depende también de la posibilidad de las personas de salir a comprar los dispositivos móviles que se confeccionan.
Desde el surgimiento del COVID-19 como amenaza internacional la venta de smartphones en Estados Unidos no han hecho más que caer, sin distinción de fabricane: Apple, Samsung y LG, las tres compañías más populares para los usuarios de la tierra del Tío Sam, reportan bajas considerables en la venta de sus dispositivos.
Y las cosas no se pondrán mucho mejor: de acuerdo a lo reportado por CounterPoint Research, hacia la semana quince de la cuarentena (estamos en la semana trece) se espera que la venta de smartphones toque su piso más bajo en mucho tiempo. Y para empeorarlo todo, también durante la semana quince se espera que haya un pico de casos infectados de COVID-19.
La venta de smartphones cae un 50% en Estados Unidos y no podemos sino esperar que números similares -o incluso peores- se repliquen en otras regiones del globo.
La crisis aún no se ha disipado, lo que hace más difícil poder evaluar la magnitud de los daños a la economía de los fabricantes de smartphones durante este período, pero ciertamente pueden esperarse cifras especialmente bajas y un impacto notable en la industria en general.